Qué violencia
dios mío. Dios tuyo! La culpa inspirada en el legado bíblico tiene a mi madre
hecha una bárbara insufrible y a la sociedad de cabeza. Patas pa’rriba. El mío
es el mal menor. Menor respecto de mayor. La verdad sobre el asunto de la vida
social, capitalismos, es que nos la vivimos jugando al monito mayor.
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