domingo, 12 de junio de 2011

QUÉ MALA SUERTE. Escrito + canción


Cómo escribir sobre esto? Digo, sin decir las palabras que, en su infinita explicitez, convierten al relato mismo, a la confesión misma, en una cursilería o, en el mejor de los casos, en un desahogo a secas.

Me he topado con la mala fortuna de experimentar sensaciones ricas, allí donde ellas resultan estériles. Ya fui clara? Espero que no. Quiero dar-me vueltas mediante las palabras en este tremendo puñado de sentimientos. Como quien rueda por un prado sin querer detenerse pronto. Armar un prado de palabras para mi uso personal. Como quien busca una aguja en un pajar, buscar letras nada incógnitas en una extensión de palabras tan inmensa que se escapan a mis ojos. Y eso que todas ellas están en mi idioma. Siempre. Me gustaría agotar los sentimientos en el dar vueltas y girar y voltear, emitiendo palabras, comiendo palabras, atrapando sonidos, monosílabos, vomitando adjetivos, verbos de lo más indecentes. Deseos.

Digo. Quiero decir. Quiero decir que las palabras me agoten los deseos. Dicen que el lenguaje sirve para crear. A mí me gustaría que se me aliara para deshacer.

Deshagamos. Y me refiero a cualquier cosa. Al menos en primer lugar.

Un puente cortó de cuajo las ideas que subían desde las aguas rancias de un río capitalino. Paf! Las deshizo. Tu cigarrillo, inútil, inutilísimo, quemó el borde de mi vestido verde (el asunto contigo ya se volvía imperdonable). Un tren cruzó veloz la resistencia del aire. La cortó. La resistencia ya no existió más. Después del aire vino tu rostro a cruzarse por mi cabeza, no sé qué buscaba pero le di unas cachetadas mentales. Punto para mí. Un perro rompió mis zapatos nuevos a mordidas. A mordiscos mezquinos te hice sangrar un trocito de piel. Mi mamá quebró mi tazón favorito, yo rompí en llanto.

Ya probado que las palabras sirven para deshacer una cosa cualquiera, probemos a deshacer lo importante.

Al principio me resistía a deshacer entonces me vi tentada a crear. Mm, probemos con un beso. Con el puro lenguaje. Beso beso beso beso. Repetidos besos pronunciados. Nap, no existe el arte de magia. Toque roce toque roce. Cuando uno se está quedando dormido, tiene un poder un poquito sobrenatural para acercarse con la imaginación a las sensaciones. Insistía yo. Pero despertarse a la mañana queriendo-haber-seguido-soñando no era negocio rentable. Había más pérdida que ganancia. Todavía no conozco la plusvalía de los sueños.

Ni la costura ni el tejido ni el pegado, ni siquiera dispararte con una pistola de silicona. Nuestra unión era imposible. Y eso que me imaginaba yo vestida de pin-up, hasta con un peinado lindo, con la pistola en la mano. Y tan mal no estoy, no? Re guapa me veía. Jajaja, sólo yo me veía. Vaya sorpresa, si todo esto ocurría en mi imaginación. Aunque, qué más da? La realidad hasta le tiene envidia, de tan lúcida, a mi imaginación.

Ni los sueños ni la imaginación. La realidad, bueh, a esa descontémosla. Resignada. Tijeras. Querido, si no me das bola, tendré que ir a por tí. A que veas que no quererme se siente filudo. No quedó más remedio. Te corté en pedacitos. Una foto donde te veías hasta feo. Y con el photoshop corté la única foto tuya que tenía en el compu. Desapareciste de mi espacio visual. Deshecho. Después borré un disco que me recomendaste. De ahí me gustó una sola canción. Ese criterio resultó maravilloso: el muy pillo no sabe recomendarme música (eso sí, conservé la canción que me gusta, obvio). 

Después dejé de hacer webadas porque ya estaba pareciendo listado de recomendaciones prácticas para olvidar a un ex. Y, según la posición de los planetas y la dirección del viento, me es más fácil tener de ex a Brad Pitt que a ti.

Luego de toda mi tarde perdida –prefiriendo evocar cosas imposibles porque lo posible es de ignorantes, interpretando a mi antojo una idea de Silvio- me dio por pensar en mi vida anterior, terrenal, llena de contradicciones. Y me acordé de que una vez destrocé un corazón.

Para que tú no rompas el mío, después de tratar y re-tratar con las palabras, me compré unos patines. Sirven para correr. Me escapo de ti dos o tres veces por semana, patinando en círculos, de 7 a 10 de la noche.

Está resuelto. 



1 comentario:

  1. autobiografía o novela de ficción. La linea que las separa es tan fina... que a veces me creo más algo inventado que algo recordado. Tus palabras son imagenes que juegan con mis neuronas a interpretnar a mi manera tus historias, y es que eso de leer entrelineas siempre es tan esclarecedor, que rima con estremecedor, y es que asi es tu relato, esclarecedor y estremecedor. Como esos libros juveniles en que tu eliges el destino de los personajes.... 1000 pares de ojos que lo hayan leido habrán generado 1000 interpretaciones distintas.

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